Actualmente no hablo solo de España si no generalizando vivimos en un sistema totalmente corrompido, como en otra entrada anterior he mencionado se ama y idolatra el dinero, el cual es causante de la mayoría de problemáticas que existen en todo el planeta.
Las personas aman el dinero, la corrupción se ha convertido en algo común en la sociedad en que vivimos.
En el sistema en que vivimos y eso debe quedarnos claro, existen tres pilares fundamentales los cuales son de vital importancia para la sociedad.
El pilar económico, pilar político y religioso.
Tres pilares que caerán de hecho algunos ya lo están haciendo.
El pilar político, todos sabemos los escándalos que ha habido respecto a políticos que han robado, corruptos, que han engañado y estafado a la gente, con mentiras y falsas esperanzas.
El pilar económico, no hace falta que mencione que actualmente no solo en España estamos sumidos en una crisis económica, una crisis mundial, ya que afecta a todos los países del mundo, se embargan pisos y hay gente quedándose en la calle, gente en España, hablamos de un país "desarrollado" que está por debajo del nivel de pobreza y viven de la comida que encuentran en los contenedores ya que no tienen dinero para alimentarse ellos y sus hijos, mientras en otro lugar una persona con cuentas en paraísos fiscales recurre a la prostitución de lujo, las drogas,entre otros.
¿Esta bien repartido el mundo?
La respuesta es No.
Y si hablamos del último pilar, el religioso bueno nos encontramos con escándalos que también han surgido respecto a la iglesia y nos damos cuenta de que el sistema entero en el que vivimos es una gran mentira.
Los ricos y poderosos viven bien a costa de la gente pobre, la clase obrera que sustenta el país con el sudor de su frente y que ha de dejar su familia y su país para poder alimentarse.
Pero esto algún día acabara, está por venir una hecatombe como nunca se ha visto, los tres pilares caerán..
No podemos hacer nada todavía simplemente no está en nuestra mano hacer nada, conformarnos con el sistema en que vivimos, salir adelante y luchar para conseguirlo, jamás debemos resignarnos.
Este es un mensaje de paz y tranquilidad para aquellas personas que lo han perdido todo y están pasando un momento difícil.
Existe un futuro en el que este sistema deje de existir y exista la justicia, la igualdad, el respeto, y todo lo que se ha perdido con los años.
Había en la tierra en el país de Hus un hombre llamado Job
era justo, honrado, religioso y apartado del mal, tenía siete hijos y tres hijas, muchas piezas de ganado y una servidumbre numerosa, era muy rico.
Un día llegó satán al señor y dios le preguntó, ¿Te has fijado en mi siervo Job?
En la tierra no hay otro como él: es un hombre justo, honrado, religioso y apartado del mal.
A lo que satán respondió: ¿Y tu crees que su religión es desinteresada? ¡Si tu mismo lo has cercado, protegido, a él, a su hogar y todo lo suyo! has bendecido todo aquello que tiene que ver con él.
Pero tócalo, daña sus posesiones y te apuesto a que te maldice en tu cara.
El señor le dijo:
Haz lo que quieras con sus cosas, pero a el no lo toques.
Satán se marchó.
Un día llego un mensajero a casa de Job y le dijo:
Estaban los bueyes arando y las burras pastando cuando cayeron sobre ellos unos sabeos, apuñalaron a los mozos y se llevaron el ganado. Sólo yo pude escapar para contártelo.
No había acabado de hablar cuando llego otro y le dijo:
Ha caído un rayo del cielo que ha quemado y consumido tus ovejas y pastores. Sólo yo pude escapar para contártelo.
No había acabado de hablar cuando llego otro y le dijo:
Una banda de caldeos, se echó sobre los camellos y se los llevó y apuñalo a los mozos, sólo yo pude escapar para contártelo.
No había acabado de hablar cuando llego otro y le dijo:
Estaban tus hijos e hijas comiendo y bebiendo cuando un huracán cruzó el desierto y embistió por los cuatro costados la casa, que se derrumbó y los mató. Sólo yo pude escapar para contártelo.
Entonces Job se levantó, se rasgó el manto, se rapó la cabeza, se echó por tierra y dijo:
Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré a él. El señor me lo dió, el señor me lo quitó: ¡Bendito sea el nombre del señor!
A pesar de todo, Job no pecó ni acusó a dios de desatino.
El señor dijo a satán:
tú me has incitado contra él, para que lo aniquilara sin motivo; pero todavía persiste en su honrradez.
Satán hirió de nuevo a Job con llagas malignas.
Su mujer le dijo:
¿Todavía persistes en tu honrradez? Maldice a dios y muérete.
El le contestó:
Hablas como una necia. Si aceptamos de dios los bienes, ¿no vamos a aceptar los males?
A pesar de todo lo que le ocurrió Job jamás perdió la fe, más tarde dios hizo a Job un hombre todavía más rico de lo que era y lo bendijo con una sabiduría y muchos hijos que rozaban la perfección.